Nuestra historia
Somos una pequeña empresa familiar dedicada al cultivo de almendros desde 1979.
Somos una pequeña empresa familiar dedicada al cultivo de almendros desde 1979.
Somos ya la tercera generación. Nuestra historia comienza bajo la generación de nuestro abuelo, que decide hacer la primera plantación de almendros en esta tierra de secano.
En los primeros pasos trabajamos con las variedades de largueta y marcona. Sin embargo, viendo que ambas contaban con una floración temprana a las que afectaba en exceso las heladas, apostamos por la variedad guara, de floración más tardía y resistente a las helada. Es ahí donde comienza la historia de Amandolas. Desde entonces fuimos mejorando las condiciones de nuestra producción para conseguir el mejor de los productos.
En 1994, condicionados por la escasez de lluvias, invertimos en la creación del primer sondeo de Aragón, con el correspondiente permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro, para el riego por goteo de nuestra plantación de almendros. Desde entonces no hemos dejado de crecer y de cuidar nuestro producto. Con el deseo de acercar nuestras almendras al consumidor final nació la idea de crear nuestra propia marca, Amandolas, un producto que nace del cuidado y del amor a nuestra tierra y a nuestro producto. Nuestras almendras amandolas es el resultado de años y años de trabajo y mimo al campo y a nuestra historia.
En los primeros pasos trabajamos con las variedades de largueta y marcona. Sin embargo, viendo que ambas contaban con una floración temprana a las que afectaba en exceso las heladas, apostamos por la variedad guara, de floración más tardía y resistente a las helada. Es ahí donde comienza la historia de Amandolas. Desde entonces fuimos mejorando las condiciones de nuestra producción para conseguir el mejor de los productos.
En 1994, condicionados por la escasez de lluvias, invertimos en la creación del primer sondeo de Aragón, con el correspondiente permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro, para el riego por goteo de nuestra plantación de almendros. Desde entonces no hemos dejado de crecer y de cuidar nuestro producto. Con el deseo de acercar nuestras almendras al consumidor final nació la idea de crear nuestra propia marca, Amandolas, un producto que nace del cuidado y del amor a nuestra tierra y a nuestro producto. Nuestras almendras amandolas es el resultado de años y años de trabajo y mimo al campo y a nuestra historia.
¿Por qué elegirnos?
La suma perfecta para conseguir el mejor de los resultados
La suma perfecta para conseguir el mejor de los resultados
Producto muy
cuidado
Mantenimiento
de Producción
Responsable
con el medio
Ubicación perfecta
en Belchite
Producto artesano
y cercano
Detalle de valor que evita que nuestro producto, entre en contacto con el suelo, portador de microorganismos, insectos, hongos y sustancias que pueden empeorar la calidad de nuestra almendra
La recogida de nuestros frutos se realiza mecánicamente mediante dos formas de recolección, un equipo con dos paraguas y otro con planos inclinados (máquina de la que nos sentimos orgullosos ya que es la primera en España, importada exclusivamente para la recolección de este fruto seco).
Con nuestra forma de recolección la almendra nunca está en contacto con el suelo, siempre cae directamente del árbol a la recolectora, encargada también de quitar la pelarza que protege la almendra para quedarse simplemente con la cáscara, para su posterior secado.
La recogida de nuestros frutos se realiza mecánicamente mediante dos formas de recolección, un equipo con dos paraguas y otro con planos inclinados (máquina de la que nos sentimos orgullosos ya que es la primera en España, importada exclusivamente para la recolección de este fruto seco).
Con nuestra forma de recolección la almendra nunca está en contacto con el suelo, siempre cae directamente del árbol a la recolectora, encargada también de quitar la pelarza que protege la almendra para quedarse simplemente con la cáscara, para su posterior secado.
Durante el año llevamos a cabo diversas labores para el buen mantenimiento de las parcelas y posterior producción de nuestras almendras. En noviembre comenzamos la campaña de poda, con un pase de prepodadora de discos y posterior entrada manual con motosierra a la parcela que así lo requiera.
Una vez retiradas todos los restos de poda, labramos nuestras parcelas para aprovechar más el tempero del agua de lluvia, como se ha hecho tradicionalmente, y así hacer frente a plagas como el topillo, tan perjudicial para el almendro, pudiendo llegar a secarlo.
Los trabajos posteriores de cara a la primavera con el árbol en floración, son el riego por goteo y alimentación con abonos orgánicos para el buen estado de salud de la planta, su buena producción y calidad en la pepita que vamos a consumir.
Una vez retiradas todos los restos de poda, labramos nuestras parcelas para aprovechar más el tempero del agua de lluvia, como se ha hecho tradicionalmente, y así hacer frente a plagas como el topillo, tan perjudicial para el almendro, pudiendo llegar a secarlo.
Los trabajos posteriores de cara a la primavera con el árbol en floración, son el riego por goteo y alimentación con abonos orgánicos para el buen estado de salud de la planta, su buena producción y calidad en la pepita que vamos a consumir.
El riego por goteo de nuestras plantaciones se basa en la extracción de agua mediante una bomba sumergida en un pozo, con el posterior reparto de la misma a cada árbol y la instalación de tuberías portagoteros (gota a gota).
Con este sistema aprovechamos el 100% del agua que se extrae. Asimismo y siendo beneficiosos con el medioambiente, la energía que necesita la bomba para la extracción del agua la conseguimos gracias a la instalación de placas fotovoltaicas, consiguiendo así emisiones 0 a la atmósfera.
Con este sistema aprovechamos el 100% del agua que se extrae. Asimismo y siendo beneficiosos con el medioambiente, la energía que necesita la bomba para la extracción del agua la conseguimos gracias a la instalación de placas fotovoltaicas, consiguiendo así emisiones 0 a la atmósfera.
Aragón es la segunda Comunidad Autónoma que más almendras produce a nivel nacional. Contamos con un clima propicio para ello, por las horas de frío y las horas de calor, para el desarrollo y producción de nuestros árboles.
El almendro es un cultivo tradicional de secano, es una planta que resiste muy bien la falta de agua.
Belchite, donde nos encontramos, tiene un clima semidesértico, muy árido, a la vista están sus parajes de grandes superficies de estepa, donde abundan nuestras aves, muchas de ellas únicas y en peligro de extinción. La dotación de riego deficitario es un mecanismo para aumentar la producción de almendra, ya que si solamente contamos con la pluviómetría de esta zona sería inviable rentabilizar nuestro trabajo.
Existen muchas variedades de almendra, guara es la más común dentro del territorio nacional por sus cualidades, producciones y buenos calibres de pepita.
El almendro es un cultivo tradicional de secano, es una planta que resiste muy bien la falta de agua.
Belchite, donde nos encontramos, tiene un clima semidesértico, muy árido, a la vista están sus parajes de grandes superficies de estepa, donde abundan nuestras aves, muchas de ellas únicas y en peligro de extinción. La dotación de riego deficitario es un mecanismo para aumentar la producción de almendra, ya que si solamente contamos con la pluviómetría de esta zona sería inviable rentabilizar nuestro trabajo.
Existen muchas variedades de almendra, guara es la más común dentro del territorio nacional por sus cualidades, producciones y buenos calibres de pepita.
Nuestro producto se caracteriza por su artesanía y cercanía al consumidor final, teniendo un trato directo con el agricultor, sin intermediarios.
Apostamos por el consumo de una almendra de variedad Guara de alta calidad, una almendra nacional, producida y elaborada en Aragón (España), frente a su competidora, la californiana (EE.UU), que tanto emplean para su consumo la mayoría de las grandes cadenas de alimentos en nuestro país.
Apostamos por el consumo de una almendra de variedad Guara de alta calidad, una almendra nacional, producida y elaborada en Aragón (España), frente a su competidora, la californiana (EE.UU), que tanto emplean para su consumo la mayoría de las grandes cadenas de alimentos en nuestro país.